¡En este tercer
post me he animado a expresar un poco más de mi…!
Porque el sexo es,
en gran medida, una Respuesta Aprendida ¿Qué significa esto?
Significa que, como en muchos otros aspectos de la vida, a menudo Sentimos lo
que Esperamos Sentir.
Concretamente en el
campo sexual cuando hacéis el amor con vuestra pareja u os estimuláis, tus
sentidos corporales envían la información recibida a vuestro cerebro, pero a la
vez éste está dando a vuestro cuerpo un feedback
sobre lo que deberíais sentir (a causa de todas las experiencias anteriores). De
manera que pensamiento y acción se van retroalimentando para cubrir vuestras
necesidades y expectativas.
Pero… ¿Las sabéis identificar
y, por tanto, cubrir…?
En mi caso
particular… Como la mayoría sabéis… He nacido con la capacidad de
amar por igual un hombre o una mujer.
1-
Un hombre no me da lo mismo que
una mujer y viceversa. Respecto a la atracción física me encantan los dos. Un
hombre con su cuerpo robusto, sus brazos fornidos, su fuerza… excelente tentación.
Una mujer con su piel tan fina, sus labios tiernos, sus curvas que me dejan
impávida… Imposible no querer hacerle el amor… Verla encima mío, contemplar sus
senos (da igual forma, tamaño…), acariciarle un poco más abajo de la mitad de
la espalda (donde el hombre/mujer pone sus manos para rodearla), etc. Esta parte por
si no lo sabíais es altamente sensible.
2-
Otra particularidad mía es que… me
arriesgo a decir que una de las cosas que más disfruto en el sexo es el “pre y
el post” del coito. El “pre” porque es todo el juego de excitación previa, el
experimentar sensaciones escalofriantes al sentir el roce con la piel del otr@,
el besar incansablemente y apasionadamente (a veces me quedaría aquí unas
cuantas horas…).
Sobre el “post”… Shht un secreto… Cuando
una mujer termina de hacer el coito no tiene porqué sentirse agotada (aquí hay
una diferencia fisiológica respecto al hombre). El hombre después del orgasmo libera
la tensión sexual y entra en un periodo llamado refractario (intervalo temporal
desde el orgasmo hasta que vuelve a sentir excitación) y entonces éste le
induce a necesitar descanso. En el caso de la mujer no hay este periodo de
manera que, aunque haya quedado satisfecha, no es nada extraño que quiera
alargar las caricias y el afecto. En mi caso… es cuando incluso disfruto más de
las caricias (más que en los momentos “pre-coitales”) porque todas las fibras
nerviosas de mi piel están hipersensibles, los sentidos los tengo agudizados...
Pero esto no se traduce en una nueva demanda (querer volver a hacer el amor o
practicar sexo oral, etc.) sino simplemente que jugaría más toda la noche…
¡Bien, hasta aquí
por hoy…! Como futura sexóloga clínica pienso que es primordial saber
identificar qué nos gusta y qué no, las diferencias entre hombre/mujer, las
peculiaridades de cada tipo de relación, etc.
Amy E
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